Dicen que estoy loca… sí… pero todos los estamos, cada uno tiene su propia locura, claro que con diferentes niveles y en distintas intensidades. Lo raro para los demás, quizás es que las revoluciones en mi cabeza son más fuertes, más notables, más difíciles de contener o todo junto (da igual xq es lo mismo). La cordura que bordea mi conciencia jugando como niño a mojar la punta de su pie de cuando en cuando en un charco, se estuvo tomando muy a pecho el hecho de correr por la frontera de mi lucidez, hasta que me di cuenta que hay momentos en la vida tan fuertes (yo lo sé) (y tú… tbm(8)) en los que algo muy dentro de ti grita con ansias un poco de sensatez (no?), la acumulación de cada momento en los que mi cerebro y corazón luchaban en la sala de emergencia de mis insomnios hizo que me diera cuenta de cuánta falta me hacía la cordura en momentos xxx (oh) y en los yyy (hay q ser justos con la aritmética).

Un viejo (siempre andando con VIEJOS yo) sabio (este es diferente!) me dijo que para encontrar la solución primero se debe detectar el problema (listo!) y la raíz de este (ups). Así que en este blog “Cada día más cuerda”, mis dos yo, la cuerda y la orate, van a descubrir cada una a su manera, en distintos niveles y diferentes intensidades cuáles son las causas de mi desfachatada locura y mis exabruptos de cordura, es decir… en pocas palabras… resumiendo el caso… y disculpen la palabra: xq mierda soy como soy y no soy como no soy, tú me entiendes, no Lucas???